La
provincia de Pinar del Río que fuera popularmente denominada
en la primera mitad del siglo XX como "la cenicienta",
aparece ante la mirada del visitante actual como una casta y discreta
joven que sorprendiera a cada momento con el esplendor de sus encantos.
Una visión deslumbrante ofrece el Orquideario de Soroa, donde
más de 700 especies de orquídeas cuelgan de los árboles
y ofrecen, no sólo el placer visual, sino también
constituyen una fuente importante para investigaciones científicas
que permitirán desarrollar técnicas para la multiplicación
de estas especies y de otras nuevas.
El valle de Viñales constituye una de las regiones de mayor
esplendor en esta provincia y ha sido proclamado como Monumento
Nacional Natural.
La naturaleza pinareña es una sucesión de flora, fauna
y sistemas cavernarios -como Palmarito, El Indio, El Abra del Ancón,
La Sierra del Infierno y otras- que atraen el interés de
los visitantes; pero lo que más relieve otorga a esta región
es el cultivo del mejor tabaco del mundo.
En la parte oriental de la cordillera de Guaniguanico puede apreciarse
lo que constituye la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario.
Es precisamente esta zona donde se encuentra Soroa. Aquí
los baños medicinales y las cascadas atraen al turista que
busca el placentero sosiego.
Constituye un motivo de interés la presencia de las ruinas
de cafetales franceses.
Un complejo turístico de excepcional interés lo constituyen
Las Terrazas, en la Sierra del Rosario.
Al norte de la provincia puede apreciarse el Área Protegida
de Recursos Manejados "Mil Cumbres" con multitud de plantas
para todos los usos.
Pinar del Río ha alcanzado en su parte más occidental
un encanto turístico nunca imaginado: allí donde está
la península de Guanahacabibes se destaca el Parque Nacional
y otras reservas naturales. Un arrecife coralino permite la práctica
de un buceo de calidad. Estos deportes acuáticos hallan un
amplio espacio en esta zona. Allí está María
La Gorda, con su fina arena y aguas claras.
Los cayos Levisa y Julia al oeste y la cayería del sur con
islotes como Sijú, Real y Del Perro, permiten al turista
optar por los más diversos paisajes y disfrutar de sano ejercicio.